martes, 28 de septiembre de 2010

Descubriendo nuevos mundos

Este fin de semana hemos estado descubriendo nuevos mundos y lo que es más curioso es que están en éste. No lo digo por la ruta en sí, que ya la hemos hecho 3 veces, sino porque volvimos a parar en ese hotel tan especial y con encanto, que es el Etxegana, en Zeanuri, más concretamente en Ipiñaburu. Hace unos meses ya escribí sobre este hotel en el blog. Lo que me ha llamado la atención es que la leyeran los responsables. Luis Orecera, el gerente del hotel, nos recibió otra vez con dedicación, respeto, atención y el buen gusto, que le caracteriza y que, sin haber estado alojado ahí, me da la sensación de que es parte indispensable, para que el hotel mantenga su propio estilo.

Esta vez nos llevó a ver la bodega, que es un sitio muy especial. Hay como una mini barra con unos licores espectaculares. Por poner algunos ejemplos: un coñac de 120 años, un “Juanito Caminante” etiqueta azul, unas ginebras de las que nunca había oído hablar y que después navegando por Internet, me he dado cuenta de que son muy especiales. Os dejo lo que opinan en Internet sobre una de las normalitas de las que había. Blue Ribbon tiene un delicado y sutil aroma de tomillo, enebro y cal. Estos sabores se incrementan por la calidad de sus 5 destilaciones. Puro grano ginebra, cuyo perfeccionamiento permite una perfecta expresión de los 14 botánicos naturales que contiene. Es una ginebra con un delicado paladar, sutil bouquet de sus principales elementos botánicos: Thyme, Juniper, lima y pimienta jamaicana, un sabor único que nunca se ha experimentado antes. Y yo que pensaba que sabía de ginebras y de Gin tonics. ¡Cuánto mundo me queda por conocer! Queda pendiente una visita en otras condiciones para tomarme un Gin tonic con esa ginebra y esa tónica tan espectaculares.

En lo que a la ruta en sí se refiere, hicimos Juan, Vicen y yo, la vuelta a Saldropo, con la variante de que subimos a Dima por la carretera, con lo que la ruta se reduce algo en kilómetros, unos 5, y lo que es más importante, en tiempo. Subimos a buen ritmo a Dima, aunque es un puerto largo, no tiene grandes desniveles y hay algunos falsos llanos que vienen muy bien para recuperar. Paramos en la zona del aeropuerto, para hacer un mini avituallamiento y recuperarnos.

Cruzamos la carretera y tomamos la pista que lleva a Altungane, arriba en el cruce tomamos a la izquierda y bajamos dirección Barazar. Atravesamos la carretera de Barazar en dirección a Saldropo y en el camino a Saldropo saco la foto que no saqué la última vez que pasé por ahí y que me quedé con ganas. La vista solitaria de Urrekoatxa.

En Saldropo hacemos el avituallamiento y Vicen está ojeando para ver como va el tema de las setas. Como ha llovido se las promete muy felices, incluso nos amenaza con hacer su parón micológico de todos los años. Como esta semana no está anunciada lluvia, me imagino que se apuntará para la salida del siguiente fin de semana.

Volvemos a buen ritmo hasta casa y completamos la ruta en 4 horas, que con todas las paradas que hemos hecho no está nada mal. Lo más importante 60 kilómetros más a la saca para preparar la Talajara. Vamos pillando ritmo.

Más fotos aquí

lunes, 20 de septiembre de 2010

Gaztelu-Axpe-Mendiola

Hace tiempo que no escribo en directo sobre las salidas. Trabajo, familia, otras actividades, al final todo se resume en falta de tiempo para escribir. Este domingo (19-Septiembre) por fin me he decidido a hacerlo y quiero reflejar la ruta que hemos hecho por los alrededores de Abadiño. Se trata de una ruta sin mucha dificultad técnica, ni excesiva dureza (IBP: 63), pero con unas vistas espectaculares.
Salimos temprano por la mañana a las 8:00. Yo tengo que estar a las 12:00 en la feria de movilidad que se celebra en el pueblo. A esas horas hace mucho frío. No sé la temperatura, pero seguro que hay muy pocos grados por encima de 10, a pesar de ello Vicen viene vestido de corto. Qué machote. Además de Vicen vamos Juan, Imanol y yo. Imanol es un colega de Vicen que se ha animado a venir hoy con nosotros. Esperamos que no sea la última vez.
Saliendo de Zornotza vemos a los Extrem saliendo para la martxa de Medina de Pomar. Decidimos ir a Durango por San Miguel y Oromiño, para evitar la carretera. Estamos deseando de que nos dé el sol, porque hace bastante fresquito. Me doy cuenta de que no me cambia bien, el desviador de la cadena sube pero no baja. Menos mal que es un día en el que se puede ir casi todo con catalina mediana. Al final resulta que está roto el muelle del desviador.

Vamos por el centro de Durango por el bidegorri hacia Sabeco. Cuando salimos a Matiena, tomamos a la izquierda y seguido a la derecha para afrontar la ligera subida a Gaztelu. Después al abandonar la zona asfaltada, tomamos el camino de la izquierda en un cruce en forma de triángulo y seguido a la derecha para subir hacia un monte que nos lleva hasta Atxondo. Hay que tener cuidado, en un cruce de Y hay que tomar a la derecha. Me están esperando, porque me he quedado abajo cambiando a mano a catalina pequeña.

Seguimos subiendo por la pista. Es una pista en buen estado y ancha. Vamos entre pinos y viendo Anboto y Aitxiki con un día despejado y espectacular. La bajada hacia Atxondo es fácil, solo hay que tener cuidado en un par de curvas. Como siempre desde hace unos meses, bajo con mucho cuidado. Desde Atxondo seguimos hacia Axpe, donde nos encontramos con el 44 concurso de Euskal Herria de perros pastor.

Después de un avituallamiento, subimos hacia el Mendi Goikoa y nos damos cuenta de que vamos mal. Así que, media vuelta y a pillar la subida hacia Sagasta. Nos encontramos con la última subida seria del día y llegamos a Sagasta, donde reponemos agua en la fuente. Nos encontramos con un señor amable y con ganas de cháchara, y nos tiramos un buen rato hablando de que hace años le pusieron en un par de ocasiones bombas al caserío que teníamos delante. De Sagasta salimos a Mendiola y de ahí por la calzada romana a Abadiño.
Desde Abadiño volvemos por la carretera hasta San Antonio y subimos hacia Lauaxeta para volver por el bidegorri hasta casa. Ni siquiera paramos en la fuente, porque vamos con prisa por llegar a casa, principalmente yo. El rutómetro dice que son 50 km, que no está mal para ir pillando ritmo. A mí me ha venido de perlas esta ruta, porque con el catarrazo que tengo, no creo que hubiera podido con algo más exigente. Importante, seguimos haciendo kilómetros con la Talajara en el horizonte.

Más fotos aquí.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pedaleando en verano

Centrándome en los recuerdos de las pedaladas de este verano, hay muchos momentos que me vienen a la memoria. Lo bueno de hacerlo con el tiempo es que los recuerdos son la esencia de las rutas. Lo malo es que se pierden detalles, que a veces aportan mucha salsa a las salidas.

En Mieza salí el sábado 14 de agosto con Victor. Nos fuimos a hacer una ruta por varios miradores. Primero fuimos al Pozo de Los Humos, que a estas alturas del año el río Uces estaba un poco bajo, por supuesto nada que ver a como ha estado en Semana Santa. La subida es buena y Victor me espera, pero cuando llega arriba se da cuenta de que se ha olvidado el botellín y vuelve a bajar a por él. Por eso dice que es la segunda subida.

Después vamos dirección a Aldeadávila con el fin de llegar al mirador del Picón de Felipe. La llegada se hace por un sendero/trialera muy chula. Pero nada comparada con las vistas que hay desde arriba. Se ve la presa de aldeadávila.

La última parada del día la hacemos en el mirador de la Code. Al final 55 kilómetros que se me hacen largos.

Otro día repliqué la ruta de Puentes sobre el río Uces, que está en wikiloc, y la completé con la subida a la Peña Ahorcada. Las vistas desde arriba merecen la pena y el agujero en la roca más.

Pero para agujero en la roca, el Ventanón, en la zona de Sotoscueva. La imagen no tiene nada que ver con lo que es en realidad. 30 metros de ancho unos 10 de alto. Impresionante.

La ruta la hice con Salva, es un sitio precioso, son pocos kilómetros, pero con unas vistas flipantes, animales varios, plantas raras (cardo azul) y muchos pinchos, de hecho Salva pinchó llegando a Cueva. La bajada que hicimos desde la ermita de San Bartolomé o San Tirso, es espectacular, y se hace algo corta. El típico sendero con árboles que se cierran a modo de túnel.

Una vez en Zornotza, me dí la vuelta a Anboto, por Besaide. Es una ruta de Victor a la que le tenía ganas. Espectacular el día elegido, las vistas, ir rodeando y viendo Anboto desde todos los ángulos. Pero guardo un grato recuerdo de la bajada por el hayedo en la ladera de Tellamendi.

El 31 de agosto nos fuimos Salva, Juan y yo a dar una vuelta por Artxanda, porque es otro de los montes cercanos y típicos al que no habíamos subido. Salva se tiene que dar la vuelta con sus problemas recurrentes y parece que va a hacer un parón. Salva te esperamos en cuanto te recuperes. Al final como se nos hace tarde volvemos por la carretera desde Galdakao. Queda pendiente para otro día acabar la ruta.

El domingo 5 de septiembre nos fuimos Vicen y yo a dar la vuelta a Dima-Altungane-Saldropo. Otra ruta exigente de Victor, que sirve para pillar fondo para la Talajara. Me encanta esta ruta, a pesar de los 65km y de que comparte trazado con la fatídica subida a Urrekoatxa. Además este monte se ve desde varios puntos de la ruta. Al menos me fijo mucho en él. Lo que más me gusta de esta ruta es que Gorbea está presente en todo momento.


Más fotos aquí.