La ciclogénesis explosiva nos ha impedido ir a la Martxa de Elorrio. Está claro que es mejor que no digamos de ir a ninguna Martxa. La otra a la que pensábamos ir era a la de Iurreta, allá por noviembre. No sé si se suspendió o no, creo que sí, cayó el diluvio universal. Así que la Bilbao-Bilbao a lo mejor se suspende por una glaciación, por inundaciones o por otro fenómeno raro. De todas maneras hasta el último día la iremos preparando. Así que hoy, tal y como se había planificado Juan, hemos dado una ruta asfáltica hasta Elorrio, para probar las bicis y probarnos en carretera.
Quedamos el sábado a las 8:30, para evitar el viento en la medida de lo posible. Las bicis con las ruedas de carretera tienen una pinta muy graciosa. Pedro sale con la bici con las ruedas de monte, Juan y Mateo cambian las cubiertas, sin embargo yo cambio las ruedas por completo, lo que incluye el juego de piñones. Me parece que el cambio no va tan fino y los desarrollos son completamente distintos. Salva está con patatitis y no sale, aunque ya se dio una buena vuelta el viernes por la tarde con la bici de carretera.
Salimos de la fuente dirección Durango, el viento es fuerte y viene de cara. Para hacer más desagradable este tramo hay mucho tráfico, con muchos camiones. Pedro decide darse la vuelta a la altura de Berna. Yo voy deseando que se acabe el viento y que los camiones repartan todo lo que tengan que repartir. En Durango vamos por el centro y salimos dirección Elorrio cerca de Sabeco. Siguen el viento y los camiones.
Llegando a Elorrio me doy cuenta de me voy quedando sin agua. El botellín pierde agua. Es porque el otro día se me cayó en la bajada de Mandoia. Así que en Elorrio buscamos una fuente y nos damos una vuelta por el centro.
Salimos de Elorrio dirección Berriz por Miota, nos cruzamos con varios de grupos bajando dirección Elorrio. La subida a Miota no tiene grandes pendientes y me quedo sin probar si el desarrollo es suficiente para cuestas importantes.
De Berriz volvemos por la Nacional y hacemos unas risas con que llevamos el viento a favor. Bolatzen… Propongo subir hacia Montecalvo, para probar el desarrollo. Lo puedo mover bien en toda la subida, así que será el que lleve a la Bilbao-Bilbao.
Subimos bien y Mateo propone bajar por San Miguel. Bajamos hacia San Miguel y menuda diferencia el ir con ruedas finas. Cualquier piedra es grande. Llegamos a Jauregibarria y nos tomamos unas Pikas. Volvemos a retomar antiguas costumbres. El perfil, se ve que es bastante plano, salvo la subida a Miota y la de Montecalvo. Buena vuelta de unos 55 km, faltan muchos para los 120 de la Bilbao-Bilbao y sin embargo acabamos con las piernas un tanto pesadas. Supongo que será también por el fuerte viento que hemos tenido hasta Elorrio, que ha hecho que esa ligera subida haya sido más dura. Vamos haciendo kilómetros, que es lo importante. Por cierto el perfil de bajada a San Miguel no es real. Es porque lo he metido a mano. Más fotos aquí.
Personalmente tenía ganas de ir a Mandoia, porque por una razón u otra, siempre era una ruta que habíamos pospuesto, que si hoy llueve y no salimos, etc. Además, Mateo, gran conocedor de la zona, siempre se había ofrecido como voluntario para llevarnos por esos lugares de los que se siente tan orgulloso y no me extraña. El martes de carnaval nos juntamos con Mateo y nos dijo que efectivamente este sábado salía con nosotros y que se ofrecía de guía. Perfecto, mejor GPS que él, imposible. El día amaneció precioso, sol radiante, con nubes muy altas, de esos días de los que ya no nos acordábamos. Mateo nos confiesa que ha pasado una mala noche vomitando y que se acuerda todavía de los chipirones. Es un campeón, viene por no dejarnos colgados, aunque todos sabemos que no es el mejor estado para salir en bici. Le preguntamos por el perfil y nos lo simplifica muy bien: llano, subir, bajar y llano. Salimos dirección Lemoa y tomamos dirección Bedia. En la rotonda que está en la N240 antes de las vías cogemos de frente por un camino que va bordeando el río. Nos avisa de que después de una recta vamos a pasar por debajo de un puente que tiene una curva a izquierdas a 90 grados imposible. Menos mal que nos avisa, si no nos vamos todos al suelo. Salimos a Bedia y de ahí a Usansolo, por otro camino paralelo al río.
En Usansolo tomamos a la izquierda en dirección a la presa de Lekubaso. Ese paisaje me recuerda mucho a la zona de Garaitondo. Parada en la fuente sulfurosa y a partir de aquí empezamos a subir. La subida es importante, sobre una pista, y con zonas de hormigón en algunos tramos de mayor pendiente, lo que se agradece. Además de vez en cuando hay pequeños descansos, que se agradecen aún más. Llegamos a claro con un cruce de caminos desde el que se ve el Superpuerto. El camino de la derecha va dirección Zerberio, el de la izquierda lleva a Mandoia por el Memorial Joserra y el que va de frente es el que tomamos. Empieza la última subida al buzón de Mandoia, el camino se va estrechando y en un cruce en Y tomamos el de la izquierda que tiene una especie de puerta blanca y que conduce a una trialera en toda regla. La subida por este lado es espectacular, en un punto nos tenemos que meter por mitad del bosque porque hay un charcazo en mitad del camino. A pesar de poner un par de veces el pie en el suelo, la subida es de las que gusta subir montado. Una de las partes más espectaculares del recorrido.
En Mandoia hacemos el avituallamiento y sacamos muchas fotos, la claridad del día y las vistas invitan a ello. Vamos hasta una peña cercana a ver la panorámica. En la cima llega gente andando y nos sacan una foto a todos juntos. Si la subida era espectacular, la bajada es aún mejor… Tiene como 3 tramos de bajada. En el primero hay que bajar con la rueda de atrás bloqueada, je, je, le estoy tomando el gustillo. En ese mismo tramo hay una zona con mucha piedra suelta. Seguimos bajando a tope pasando por debajo de un par de árboles que se han caído por el viento. En el último nos reagrupamos. Cuando llego al reagrupamiento y casi parado se me mete una rama entre la rueda delantera y el cuadro y hago un giro de 180 perfecto. La bici y yo somos uno girando alrededor de la rueda delantera. El resto se parte el culo, sobre todo cuando ven que no me he hecho nada. Que si me he caído a cámara lenta, que si cuidado, cuidado. En fin, cosas que pasan…
Seguimos bajando a tope, arriesgando, por lo menos en algún punto paso un poco de cague, al meterme en una rodada llena de barro a tope. Es una gozada. Llegamos a Bedia y salimos a la carretera para llegar a la gasolinera de Lemoa a limpiar las bicis. Meto una moneda en el aparato del aire en vez del agua, y sigo animando la salida con mis despistes y accidentes, porque todavía se están riendo de mi caída. Volvemos a tope por la carretera hasta la fuente, donde nos reagrupamos y le felicitamos a Mateo por la vuelta que nos ha dado.
La ruta, creo que puedo generalizar, nos ha gustado a todos. Algunos datos técnicos: 41 km, IBP 66 y un desnivel acumulado de unos 900 m. Además, yo destacaría 3 cosas: la trialera de la parte final de la subida, las vistas desde la cima, cuando vas subiendo por la mitad del monte, no te imaginas lo despejado que puede estar Mandoia y la tercera sería la bajada, muy técnica.
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Hace tiempo que no pongo ningún post de spinning. Sigo practicándolo y puedo decir que estoy un poco “enganchado”. La semana pasada acabé tan bien una clase de Josu, sí de esas de 4 arriba, 4 abajo, 3, 4, que decidí hacer otra seguida. Era la primera vez que podía acabar bien una clase de Josu. Será porque no nos dio mucha caña…
En el Spinclub de Donosti el sábado 6 de febrero hicieron una clase especial de spinning. El título era sugerente Spinning Virtual Subida al Everest. Parece un poco “frikada” pero ya me hubiera gustado probar la experiencia de subir virtualmente, pedalear en spinning con una proyección de video. No sé, sería más convincente una subida en bici al Mortirolo o algo así, no? Tampoco puedo hablar mucho, porque no la he hecho y lo cierto es que me he quedado con muchas ganas. En fin no se puede estar en todos los sitios.
El 13 de Marzo (víspera de la Bilbao-Bilbao) hay otra sesión similar. En este caso con la subida al K2. Lo que no se puede negar es que es una iniciativa pionera y que puede atraer a más gente. Desde aquí mando un saludo a los spinners de Donostia y os dejo un video que han montado con fotos de la subida al Everest.
Este fin de semana parecía que no íbamos a salir, más que nada por el frío que estaba previsto. Sin embargo el viernes Salva escribió en el chat que estaba dispuesto a salir. Así que como estamos un poco “locos” nos animamos a salir. Me llamó y dijo que quería hacer una de las rutas del centro BTT de Busturialdea en Mendata. Me propuso hacer la del valle de Oma (32 km) más los 40 de ida y vuelta a Mendata me parecen muchos y le propongo hacer la del Bosque de Oma que son 10 menos. Se baja las 2 rutas al GPS y salimos pronto por el largo recorrido que tenemos por delante.
Hace frío, bastante frío, salimos por San Miguel dirección Montecalvo. Vamos dirección Urrutxua y paramos a recargar agua y hacer un pequeño avituallamiento. Yo no tengo ni pizca de hambre. Para que no me pase lo de la semana pasada y siguiendo las indicaciones de Joseba (monitor de spinning) desayuno un plato de pasta. No será por falta de energía. Desde que salimos de Amorebieta nos cae una cosa indeterminada entre agua, granizo y nieve. A pesar de ello no notamos casi frío. Es por la subida, porque entre Urrutxua y Mendata que es una ligera bajada por carretera, el frío me congela las manos y hasta tirito en la bici. Estoy a un paso de decirle a Salva que me voy para casa. Paramos en Mendata a calentarnos las manos. El panel lo dice todo.
En realidad estamos en el punto de partida de la ruta que queremos hacer con 20 km de calentamiento o mejor dicho de enfriamiento. La ruta empieza por la carretera que va dirección Gernika. En Marmiz tomamos un sendero que va sale por el lateral de una casa, prácticamente de frente. Hay una bajada espectacular hasta un río. Es mi primera bajada con el freno de atrás bloqueado. El sendero, que es un tramo del Camino de Santiago, sigue por el lateral del río hasta llegar a una antigua ferrería, donde paramos a hacer unas fotos. El clima es algo más agradable y ya no sentimos frío.
La ruta sigue por barrios de la zona por caminos vecinales asfaltados, con continuas subidas y bajadas. Un auténtico rompepiernas, que en el sentido de ida lo hacemos bien a tope. Salimos en la zona de Markopollo y de ahí hasta la zona de las cuevas de Santimamiñe. Tomamos a la derecha por el camino que lleva al bosque de Oma. La subida es llevadera y al llegar arriba, decidimos bajar al bosque pintado de Ibarrola a hacer unas fotos.
Saliendo del bosque llegamos a un cruce de caminos y dudamos de la ruta a seguir. En un árbol hay una tabla con una flecha a la derecha y marcado BTT. Así que, aunque no sea el formato oficial, decidimos seguir esa indicación. El camino está lleno de agua y barro, pero por encima hay otro camino que está bien, sólo hay que tener cuidado con las raíces. La bajada es divertida y llegamos a una carretera que cogemos a la derecha. La bajada por la carretera la hacemos deprisa y en Zabala Belendiz tomamos a la izquierda. Vamos por camino conocido. Es la ruta que hemos llevado a la ida.
Llegamos a la iglesia de Santo Tomas de Arratzu y hacemos otro avituallamiento. Es una iglesia con un pórtico que rodea la iglesia por completo, con un techo de madera muy elegante. Es parte del Camino de Santiago. Hay muchas cruces antes de la subida a la iglesia. De ahí bajamos al por un sendero que sale a la derecha y llegamos al puente de Artzubi donde hacemos una nueva parada para hacernos fotos en este puente.
A partir de aquí empezamos la subida a Mendata, siguiendo el Camino de Santiago. Hay unas rampas imposibles de subir montados, pero el recorrido merece la pena. Todo está lleno de musgo, de un color verde brillante impresionante. Al principio hay un robledal y un poco más arriba aparecen castaños. En primavera tiene que ser espectacular. Seguimos subiendo por el camino que bordea el monte, yendo con cuidado porque a la izquierda hay una caída importante. Llegamos a las casas de Zarrabenta y cogemos la carretera que sale de frente y es la última subida para llegar a Mendata.
Deseamos llegar a Zornotza, y volvemos rápido. Yo sueño con la alubiada que me espera en casa de Loli. Llegamos un poco tarde, yo con el tiempo justo de darme una ducha y llegar a la comida. Las alubias de Zegama están espectaculares. Eskerrik asko Iñigo. Eta muxu handi bat zuretzat eta zure faliarentzat. Animo, laster ikusiko gara.
Desde el punto de vista técnico, la ruta es exigente (IPB:125), es un poco larga 65 km y tiene una mezcla muy buena de carretera, caminos vecinales, pistas y senderos. Aparte de las subidas al Bosque de Oma y Mendata, es un continuo rompepiernas. Desde el punto de vista paisajístico y de arte es una gozada. Con menos frío tiene que ser ideal. Os dejo el perfil.
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Después de darle varias vueltas al tema de la ruta de la semana, por duración y trazado, decidimos hacer la ruta que había propuesto a principios de semana: a Saibigain por el Molino de Mendiola, Atxarte, Urkiola, Saibigain y bajada a Markina. Esta ruta la habían hecho unos colegas de Victor de Durango con los que fueron de Saibigain a Baltzola. Permitía diversas alternativas en caso de que se nos atragantase, como al final a mí me ocurrió.
Victor nos llamó el sábado, para quedar con nosotros, porque quería volver pronto. Raúl se apunto y pasamos a buscarle por San Miguel a las 8:30. Quedamos pronto en previsión de una ruta larga. El perfil da una idea de que es una ruta exigente, como lo dice su índice IBP de 121. Además de 1491 m de desnivel acumulado y subidas durante el 36% del recorrido.
Empiezo sudando mucho desde los primeros kilómetros, a pesar de ir sólo con una camiseta térmica y el windstoper. Hay bastantes nubes, pero me fío de windguru y salgo sin chubasquero. Vamos bien a buen ritmo hasta Durango por la carretera desde Euba. Una vez en Durango llegamos a la zona de Tabira y nos encontramos con el grupo de Durango, los que habían puesto la ruta en wikiloc (Durango VI). Nos comentan que la bajada a Mañaria es bestial, que la primera vez, se la pegaron casi todos. Echamos unas risas y seguimos. No miramos el GPS y seguimos por un camino que también lleva a Mendiola, pero decidimos seguir la ruta por el GPS y nos damos la vuelta a la subida por Mikeldi.
Llegamos a un desvío que deberíamos tomar, pero tiene mucho barro y decidimos hacer la subida a las antenas de Santikularra. Buena subida, hasta unos 400 m con piedra suelta que hace mucho más duros los últimos metros. Mucho esfuerzo y aún no hemos empezado. Empezamos a bajar y en una de las primeras curvas Juan se lleva un buen susto. En el primer cruce tomamos a la derecha y llegamos al Molino de Mendiola. Nos hacemos una foto y seguimos la ruta dejando el molino a la derecha y tomamos una pista que sale de frente con una valla que no la cubre en su totalidad. Hay barro, pero es ciclable con cuidadín. Raúl, que no disfruta con este tipo de terreno, decide darse la vuelta.
De ahí a Mendiola y seguido cogemos un camino a la derecha que nos advierten varios que van de caminata de que hay un río. Efectívamente no se trata de atravesar un río, sino que el camino es un río en sí mismo. Victor se lleva un buen susto nada más empezar y a Juan se le va la rueda de atrás y otro sustillo. Este sendero sale a Atxarte y de ahí para arriba hacia Txakurzulo. Enmpiezo un poco atascado, Victor y Salva se van para arriba y me quedo con Juan. Empiezo a coger ritmo y me veo con ganas, aunque sudo como nunca. Paramos en la fuente casi al final de la subida. Me he bebido ya un bidón de 800 ml. Retomamos la subida y me doy cuenta de que el hambre y el sudor me han dado paso a una pájara, porque las piernas no me permiten seguir el ritmo, pero por mucho, En pocos metros me sacan una gran distancia. Vuelvo a comer y a beber.
Llegamos a Txakurzulo y Juan dedcide ir para casa por la carretera, porque se le hace tarde. Subimos por la pista que sale a la izquierda y Victor sube delante, Salva se baja y yo me quedo clavado y me empiezan los calambres. La deshidratación excesiva, me provocan calambres muy molestos. Llego como puedo a Urkiola y hago unos estiramientos.
Subimos para Saibigain y los calambres van a más, les digo que vayan para arriba y que si puedo subiré, que no me esperen. La subida es una lucha interna contra mí mismo. Pasamos por tramos que todavía tienen restos de nieve. Tengo que poner pie a tierra varias veces. Al final la subida es por una campa con socavones de la guerra muy importantes. Antes de llegar a la mitad de la campa tengo que poner el pie en el suelo y no veo ni rastro de Salva y Victor, pienso que a lo mejor se han ido por otro lado. Así y todo decido subir por amor propio y por llegar a Saibigain. Cuando estoy llegando, les veo que empiezan a bajar. Me esperan y llego muy muy muy cansado, me estrujo el windstopper y sale un chorro de sudor. Increíble. Tiempo para sacar unas fotos desde arriba y vuelta para abajo.
Decidimos evitar la bajada a Mañaria y bajamos por dónde hemos venido a buen ritmo y tengo un pequeño susto. Rasponazo en la rodilla y el gesto me deja calambres en todos los músculos de las 2 piernas. Desde Urkiola vamos por la carretera hasta Zornotza con ganas de llegar a casa.
En resumen, desde mi punto de vista ha sido una ruta con sabor agridulce. Cosas positivas: Salva esta vez no se cayó, ruta espectacular, caminos chulos, grandes desniveles, descenso de cañones (como dice Juan), superacíón personal y por el contrario tuvo algunos aspectos negativos: que no fuera del gusto de Raúl, que fuera muy larga para Juan, mis calambres y mi pájara. Además me parece que sobró la primera subida.
Mas fotos aquí y he subido otros 4 videos en nuestro canal de youtube.
De Berriz volvemos por la Nacional y hacemos unas risas con que llevamos el viento a favor. Bolatzen… Propongo subir hacia Montecalvo, para probar el desarrollo. Lo puedo mover bien en toda la subida, así que será el que lleve a la Bilbao-Bilbao.
Subimos bien y Mateo propone bajar por San Miguel. Bajamos hacia San Miguel y menuda diferencia el ir con ruedas finas. Cualquier piedra es grande. Llegamos a Jauregibarria y nos tomamos unas Pikas. Volvemos a retomar antiguas costumbres.
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