La mañana es fresca y si no fuera por que no sale el sol y que hay un ligero viento, las condiciones podrían ser magníficas. En la salida había quedado para verme con un colega de Cantabria que sabía que venía a hacer la prueba. Nos fue imposible coincidir, por que llegamos con el tiempo casi justo para tomar la salida a primera hora, mientras que él estaba en el parking a esas horas.
Vamos desde la salida a un buen ritmo. Y llegando a Getxo a Juan no le funciona la cremallera del maillot, por lo que paramos a ver que pasa y lo que pasa es que se rompe. Todo tiene solución. Llama a casa para que le lleven un nuevo maillot al avituallamiento. Hasta el avituallamiento el recorrido es muy chulo. Vamos de Getxo a Plentzia, y en la bajada de Barrika hay un buen accidente. Había pasado hacía muy poco. Otro de los implicados en el accidente, por cierto era portugués, pudo seguir un poco, pero me comenta que en Plentzia, tendrá que abandonar, porque le duele mucho la mano. De ahí vamos a Urduliz y a Unbe, donde la organización nos saca unas fotos.
Seguimos a buen ritmo hacia Derio, no sin antes llevarnos un susto, porque un Ertzaina, decidió dar paso a un coche e interrumpir la marcha en plena bajada. Por cierto, cualquier maniobra era complicada había que estar con mil ojos, porque éramos más de 9.000 ciclistas. La mayor parte del tiempo fuimos en pelotón y se notaba que había gente, que no estaba muy acostumbrada a rodar en grupo. Llegamos al Parque tecnológico de Zamudio y a Juan le están esperando con el maillot nuevo. Reponemos fuerzas y le llamo a Luis el compañero de Cantabria y no hay señales de vida. Me imagino que todavía no habría llegado al avituallamiento.
Noto las piernas un poco cansadas. He seguido un entrenamiento atípico. Las 3 semanas anteriores no he hecho nada y la misma semana 3 días de spinning. Justo al revés de lo que hay que hacer. Todo por la puñetera lesión. En fin otro año andaré más fino. Juan también nota las piernas y Salva no nota nada, va como una moto. Todavía nos quedan unos 70 km.
Salimos de Derio y vamos por Lauro, tiene un par de subidas curiosas. Lo que pasa es que nos quedan un par de rampas aún peores por Markaida. De hecho se me hace muy largo llegar a Mungia, tanto que pensaba que saldríamos entre Mungia y Errigoiti. En ese tramo me encuentro en camino de nadie, Salva se había ido para adelante, Juan estaba por detrás y me pasan Víctor, Jesus y Manuel, el primo de Mieza. Voy un rato con ellos y les animo a que vayan a su ritmo. Se me tensa el músculo de la rotura un montón y decido ir muy suave, sin forzar lo más mínimo, esperando a Juan. ¡Qué ganas tengo de poder forzar a tope!
Nos reagrupamos en el alto de Morga y Salva está helado, dice que ha subido a ritmo con Víctor y compañía. Tiene mérito, con su Mountain Bike… Juan comenta que le han sobrado 80 km. Desde ahí ya no queda casi nada hasta Bilbao, por lo menos casi todo es bajada, salvo la subida a Begoña. Entramos por el puente de la Salve y en Moyua, están nuestras familias apoyándonos, como si fuéramos los vencedores del Tour. ¡Menuda satisfacción! Recogemos el merecido trofeo y nos vamos a reponer fuerzas a Morga.
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