Hemos quedado este sábado, porque iba a hacer mejor tiempo que el domingo. Escribo la crónica el sábado por la tarde, por lo que no me imagino lo que va a caer mañana. A pesar de la lluvia y las bajas temperaturas Salva y yo decidimos dar una bonita vuelta en bici, aunque antes de empezar no sabemos cómo es. Nos hemos bajado la ruta que Victor tiene colgada en wikiloc de Baltzola. El comentario que hacemos Salva y yo es evidente: sin GPS siempre acabaríamos por hacer las mismas rutas. Es una gozada poder meterte por sitios sin preocupaciones del tipo “¿adónde me llevará ese camino?”.
El perfil de la ruta nos dice que hay una subida bastante larga a Baltzola. Efectivamente es bastante larga. Cuando escribo esto me acuerdo de cuando puse que la subida a Montecalvo era larga. Es cierto, entonces me pareció larga. Me imagino que habrá gente que esta subida no le parezca larga. Todo es relativo. Lo cierto es que no hay descanso. Después hay un par de bajadas con mucha pendiente, pero menos mal que no son las más técnicas.
Salimos por la carretera de Lemoa. Antes del puente de Lemoa cogemos a la izquierda, por unos caserios llegamos a un portón verde muy grande. Tiene una apertura lateral para pasar andando y nos metemos por ese sendero como dice el GPS. Hay bastante barro, pero lo peor son las zarzas, no están cortadas y nos arañamos la cara. Decidimos a la vuelta evitar este tramo. Lo de seguir la ruta de otros nos lleva a equivocarnos en los mismos puntos. Nos pasamos de largo una puerta que hay a la derecha, que por cierto no tiene sendero. Vamos por al lado del río hasta llegar a otra cancela. Llegamos a una carretera asfaltada vecinal y nos encontramos con unos caseros de matanza, les pedimos permiso para hacer un reportaje y nos tiramos un buen rato viendo como le queman el pelo al cochino. Un par de minutos antes y hubiéramos visto como lo mataban. Nos parece que lo más interesante llega el domingo con el despiece y la cata de la carne.
Llegamos a Igorre, y seguimos por la carretera a Dima. Nada más pasar el pueblo tomamos a la izquierda dirección Baltzola y seguido a la derecha. La subida es por una carretera asfaltada hasta la ermita de San Lorentzo. Ahí a Salva le entra nostalgia y me sugiere bajar a las cuevas. Hace por lo menos 20 años que no pasábamos por allí. Bajamos y hay bastante agua y barro. Hacemos unas fotos y vuelta a subir hacia Baltzola.
Tomamos un cruce a la izquierda y seguimos subiendo. Estamos deseando dejar de subir, aunque no llevemos ritmo fuerte. Yo no quiero forzar a tope, porque desconozco el trazado y no me quiero quedar clavado. Además voy sin pulsómetro y me guío por sensaciones y Salva no quiere irse. Llegando arriba está nevando un poco. Una vez arriba, hacemos un avituallamiento express por el frío que hace y empezamos a bajar por una pendiente muy fuerte, no llevo las gafas por la lluvia y agradezco que no sea una bajada con obstáculos. Llegamos a una especie de Mirador desde el que se ve Gorbea nevado y barrios de Dima. La bajada nos congela las manos, los pies ya estaban congelados prácticamente desde que salimos.
Seguimos la ruta establecida por senderos exigentes, técnicos, con mucho barro y llegamos a Artaun. De ahí seguimos por barrios que no conocemos hay zonas con mucho agua, a veces no sé si es MTB o descenso de cañones, porque el camino parece un río. Volvemos a salir al camino que llevamos a la ida entre Lemoa y Igorre. Evitamos el camino de zarzas yendo por la carretera general hasta el portón verde y volvemos por los caseríos a Lemoa y de ahí por la general volvemos a buen ritmo hasta casa.
La ruta de esta semana no tiene nada que ver con la de la semana pasada. Esto es MTB. Me doy cuenta de que me gusta cada vez más el barro y podemos decir que a pesar del frío de las manos y de que a la bici le cuesta frenar en estas condiciones, hemos disfrutado un montón. La ruta que hemos hecho da un IBP de 102.
Más fotos aquí. Os dejamos un video de las costumbres de nuestro pueblo en nuestro canal de youtube.
El perfil de la ruta nos dice que hay una subida bastante larga a Baltzola. Efectivamente es bastante larga. Cuando escribo esto me acuerdo de cuando puse que la subida a Montecalvo era larga. Es cierto, entonces me pareció larga. Me imagino que habrá gente que esta subida no le parezca larga. Todo es relativo. Lo cierto es que no hay descanso. Después hay un par de bajadas con mucha pendiente, pero menos mal que no son las más técnicas.
Salimos por la carretera de Lemoa. Antes del puente de Lemoa cogemos a la izquierda, por unos caserios llegamos a un portón verde muy grande. Tiene una apertura lateral para pasar andando y nos metemos por ese sendero como dice el GPS. Hay bastante barro, pero lo peor son las zarzas, no están cortadas y nos arañamos la cara. Decidimos a la vuelta evitar este tramo. Lo de seguir la ruta de otros nos lleva a equivocarnos en los mismos puntos. Nos pasamos de largo una puerta que hay a la derecha, que por cierto no tiene sendero. Vamos por al lado del río hasta llegar a otra cancela. Llegamos a una carretera asfaltada vecinal y nos encontramos con unos caseros de matanza, les pedimos permiso para hacer un reportaje y nos tiramos un buen rato viendo como le queman el pelo al cochino. Un par de minutos antes y hubiéramos visto como lo mataban. Nos parece que lo más interesante llega el domingo con el despiece y la cata de la carne.
Llegamos a Igorre, y seguimos por la carretera a Dima. Nada más pasar el pueblo tomamos a la izquierda dirección Baltzola y seguido a la derecha. La subida es por una carretera asfaltada hasta la ermita de San Lorentzo. Ahí a Salva le entra nostalgia y me sugiere bajar a las cuevas. Hace por lo menos 20 años que no pasábamos por allí. Bajamos y hay bastante agua y barro. Hacemos unas fotos y vuelta a subir hacia Baltzola.
Tomamos un cruce a la izquierda y seguimos subiendo. Estamos deseando dejar de subir, aunque no llevemos ritmo fuerte. Yo no quiero forzar a tope, porque desconozco el trazado y no me quiero quedar clavado. Además voy sin pulsómetro y me guío por sensaciones y Salva no quiere irse. Llegando arriba está nevando un poco. Una vez arriba, hacemos un avituallamiento express por el frío que hace y empezamos a bajar por una pendiente muy fuerte, no llevo las gafas por la lluvia y agradezco que no sea una bajada con obstáculos. Llegamos a una especie de Mirador desde el que se ve Gorbea nevado y barrios de Dima. La bajada nos congela las manos, los pies ya estaban congelados prácticamente desde que salimos.
Seguimos la ruta establecida por senderos exigentes, técnicos, con mucho barro y llegamos a Artaun. De ahí seguimos por barrios que no conocemos hay zonas con mucho agua, a veces no sé si es MTB o descenso de cañones, porque el camino parece un río. Volvemos a salir al camino que llevamos a la ida entre Lemoa y Igorre. Evitamos el camino de zarzas yendo por la carretera general hasta el portón verde y volvemos por los caseríos a Lemoa y de ahí por la general volvemos a buen ritmo hasta casa.
La ruta de esta semana no tiene nada que ver con la de la semana pasada. Esto es MTB. Me doy cuenta de que me gusta cada vez más el barro y podemos decir que a pesar del frío de las manos y de que a la bici le cuesta frenar en estas condiciones, hemos disfrutado un montón. La ruta que hemos hecho da un IBP de 102.
Más fotos aquí. Os dejamos un video de las costumbres de nuestro pueblo en nuestro canal de youtube.
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