lunes, 1 de noviembre de 2010

Lanbreabe-Iondogorta

Después de estar toda la semana mirando la página del tiempo, de la que más me fío últimamente (el tiempo), se cumplió lo que estaba deseando, que no lloviera el domingo. Mientras todo el mundo decía que iba a hacer un fin de semana de perros, en esta página se decía que el mal tiempo de verdad se podía retrasar hasta el domingo al mediodía, como así fue. Lo que nos permitió disfrutar de unas condiciones buenísimas para andar en bici. Prácticamente nada de viento y una temperatura buenísima entre 14 y 18 grados.

Mateo y Pedro aprovechan el domingo del cambio de hora de octubre para quedar el domingo correspondiente a las 8 y hacer esta ruta todos los años. A mi me apetecía un montón andar por el Parque de Gorbea en esta época del año, más que nada por los colores de los bosques. En este sentido la ruta no decepciona para nada. Hay vistas espectaculares, que con el día que hacía se apreciaban mucho más.
Salimos por la carretera hasta Artea, de ahí hacia Areatza y Zeanuri, por la carretera vieja, bordeamos la presa de Undurraga y subimos hacia Ipiñaburu. Allí tomamos a la derecha hacia Lanbreabe y ahí comienza lo que para mí fue el “Infierno de Iondogorta”. Es una subida por una pista asfaltada con unas pendientes exageradamente empinadas. El perfil visto en Google Earth dice que en 2.88 km se suben 443 m con una pendiente media del 15%. Eso se complica aún más, si yendo justo, no paran de pasar coches a los que tienes que dejar paso y dejar de hacer eses. La primera parada la hago por recuperar el pulso, porque noto que lo llevo mucho tiempo disparado. Me recupero y sigo. Después vuelvo a poner pie en el suelo un par de veces porque la pendiente mira hacia el cielo, mientras pienso que es imposible que se incline más. Pues sí. Una pasada. Lo bueno de las paradas es que aprovecho para hacer unas fotos.
Mateo me va esperando y al llegar arriba nos está esperando Pedro más fresco que una rosa, menuda subida que ha hecho…Hacemos un pequeño avituallamiento y seguimos.
Hay un cruce de caminos, a la izquierda se va hacia el embalse de Mendizabal, y nosotros tiramos hacia la derecha, en dirección a Pagomakurre. A partir de aquí, el camino es una pista forestal ancha, que discurre por debajo de Arraba. Es un continuo rompepiernas, en las que Mateo nos pone un buen ritmo, y que en algunas zonas despejadas nos dejan unas vistas magníficas.
Salimos a la carretera que sube desde Areatza a Pagomakurre y tomamos a la derecha para empezar a bajar. Hay mucho tráfico y vamos con cuidado. Paramos en el merendero de Larreder, para pillar agua y hacemos unas fotos. Después en la bajada, hay un cruce que tomamos a la izquierda hacia Artea, para evitar el tráfico. Bajamos a Artea y en la rotonda de la salida a la carretera nacional, cogemos a la izquierda y vamos por un polígono y un camino hacia Igorre. Desde ahí hasta Zornotza por la carretera, para completar unos 55 kilómetros que pesan en las piernas.
En resumen, es una ruta exigente desde el punto de vista físico y con una dificultad técnica baja. Es ideal para hacerla en esta época del año, siempre que no llueva, porque si no, es imposible subir esas rampas. Ahora debo dejar que pase el tiempo para olvidarme de esa dura subida hasta la próxima vez. Seguro que la volveré a subir como sea, porque la ruta merece la pena.

Os dejo más fotos aquí.

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